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Un juez ordena que vaya a cárcel común un financista rosarino condenado por narco

Un juez federal de Rosario resolvió que Gustavo Shanahan, el financista condenado por narcotráfico al suministrar divisas a una red de venta de drogas, cumpla detención efectiva en una cárcel común. El magistrado interviniente revocó la prisión domiciliaria que pesa sobre el conocido hombre de negocios y pidió al Servicio Penitenciario Federal que le busque una plaza para alojarlo.

Shanahan es ex presidente de Terminal Puerto Rosario y responsable legal de una financiera ubicada en España 881, en el centro de Rosario, donde según se estableció le vendían dólares al narcotraficante Julio Rodríguez Granthon, que tiene tres condenas en cumplimiento por ese delito.

El año pasado Shanahan, de 68 años, fue condenado a siete años de prisión en un juicio donde el tribunal oral actuante validó la tesis de la fiscalía: que el financista no lavaba dinero sino que participaba directamente de la organización criminal. Esto porque la venta de divisas que concretaba les permitía a los miembros de la banda narco utilizarlas como medio de pago para la importación de cocaína desde Bolivia. Lo ubicaron como partícipe primario de comercio de estupefacientes.

El impulso para revocar la prisión domiciliaria, que el financista cumple en un departamento próximo al río en una zona exclusiva de Rosario, fue del fiscal de Ejecución Penal Tomás Malaponte. El funcionario entendió que ni por edad ni otra circunstancia era atendible a las previsiones que, para un caso como el que mereció condena, Shanahan debía ser beneficiario de estar privado de la libertad en su casa.

Shanahan fue condenado a siete años de prisión en un juicio donde el tribunal validó la tesis de la fiscalía: que el financista no lavaba dinero sino que participaba directamente de la organización criminal, ya que la venta de divisas que concretaba les permitía a los miembros de la banda narco utilizarlas como medio de pago para la importación de cocaína

Malaponte recordó que Shanahan fue parte de una organización criminal ocupando un rol central en la estructura cambiaria para asegurar la rentabilidad del negocio ilegal. Agregó que la licitud de los medios de vida del ex gerente de Terminal Puerto Rosario se encontraba desmentida.

El defensor de Shanahan Renzo Biga pidió que la domiciliaria fuera mantenida. Señaló que su asistido nunca incurrió en entorpecimiento probatorio durante el juicio, que se presentó a las audiencias, y que nunca desatendió las condiciones del beneficio. Añadió por último que su cliente se encontraba en tratamiento psiquiátrico que requería medicación debido a un trastorno clínico.

El juez federal de Ejecución de Rosario Mario Gambacorta accedió al pedido del fiscal Malaponte aunque lo supeditó a que sea cuando la condena, apelada ante la Cámara Nacional de Casación Penal, quede firme. No obstante ordenó al Servicio Penitenciario Federal que le otorgue un cupo en alguna de sus dependencias, que cuente con medios para brindarle el tratamiento médico acorde a sus patologías de salud.

La decisión del fiscal Malaponte queda alineada a una reciente pauta de persecución penal de las Unidades Fiscales Federales en Rosario que pasa por aplicar el mayor rigor sancionatorio al tipo de delitos que facilitan el narcotráfico cometidos desde espacios profesionales, financieros o la prestación de bienes y servicios en general. Eso es en atención a la violencia epidémica que el comercio urbano de drogas generó en la ciudad medido en delitos como homicidios, balaceras o heridos de armas de fuego.

En coincidencia con esta medida, este lunes en la Justicia Federal fue indagado otro financista acusado de suministrar dólares a un narcotraficante. Se trata de Patricio Carey, dueño de la financiera Cofyrco, a quien ahora atribuirán intermediación financiera ilegal, al margen de las disposiciones del Banco Central y de la Caja de Valores. Carey irá a juicio por vender 17 mil dólares al narcotraficante Marcelo Coto Medrano, horas antes de que éste fuera asesinado a balazos el 10 de septiembre de 2020.

Un soborno en el Puerto

Shanahan fue presidente de Terminal Puerto Rosario y en 2015 lo implicaron en otro delito de guante blanco investigado en España. Lo acusaron de recibir un soborno millonario de parte de Jordi Pujol Ferrasola, el operador financiero de la concesionada terminal portuaria, en un hecho de corrupción política. El clan Pujol había adquirido en 2007 el 30 por ciento del puerto fluvial rosarino, por lo que declaró oficialmente haber pagado una cifra irrisoria: 335.506 euros por un paquete valorado en más de cinco millones de euros.

Ocho años más tarde hubo un proceso judicial en España contra el grupo Pujol por utilizar fondos radicados en cuentas offshore. Este trámite tuvo un ramalazo en Rosario. Lo que se señaló es que Jordi Pujol Jr, hijo mayor del ex presidente de la Comunidad Autónoma de Cataluña, le pagó 135 mil dólares a Shanahan para que acudiera a un escribano a cambiar una declaración suya previa comprometedora para el grupo. El objetivo era exculparlo a Pujol en irregularidades en la adjudicación del puerto.

Shanahan le había dicho al diario español El Mundo que Pujol Jr había inyectado “12 millones de dólares procedentes de Suiza, Andorra y Panamá”, es decir paraísos fiscales, en el puerto rosarino. “El primogénito del ex presidente catalán transfirió esa cifra a Gustavo Shanahan para que mintiese en su declaración como testigo frente a la Audiencia Nacional, negase ante un notario sus declaraciones a El Mundo y ocultara que compró el puerto argentino de Rosario con dinero procedente de paraísos fiscales”, consignó el medio impreso. La agencia tributaria española descubrió la transferencia bancaria de Pujol desde España a una sociedad propiedad de Shanahan denominada Pershing LLC realizada el 24 de abril de 2015.

En la audiencia en España el fiscal Fernando Bermejo le preguntó a Shanahan, presencialmente, si había recibido 135 mil dólares y si había hecho un acuerdo con Pujol Jr. El financista argentino respondió con un “No” inaudible según El Mundo. Le recordaron que estaba bajo juramento. “No lo recuerdo”, agregó. Le dijeron que el mismo día que hizo un acuerdo ante escribano desincriminando a Pujol recibió aquel giro bancario. A eso replicó que podía ser una casualidad. “Fue un pago y un reconocimiento por salvar al puerto de la quiebra que había entrado en concurso de acreedores. No tiene que ver una cosa con la otra”, dijo. El fiscal le señaló que era una casualidad asombrosa. “Yo a las casualidades no las puedo explicar”, repuso Shanahan entonces.

Esta nota fue publicada en el portal LaPolíticaOnline. Leer más

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