Connect with us

Noticias

Plazo fijo UVA: ¿ganan atractivo tras la baja de tasas?

El sistema financiero argentino está atravesando un periodo de baja de tasas de interés en pesos, motivo por el cual los ahorristas se encuentran observando de cerca alternativas ligadas a la inflación, como el plazo fijo UVA. No obstante, el mercado sigue preguntándose si vale o no la pena este vehículo de inversión ofrecido por los bancos.

La mayor parte del sistema opera hoy con tasas anuales de entre 24% y 32%, un nivel que se estabilizó como la nueva normalidad tras varios meses por encima del 50%. Si bien aún quedan nichos donde los rendimientos superan el 30%, son casos puntuales dentro del mercado.

La caída de las tasas en pesos responde principalmente a decisiones recientes del BCRA. La Comunicación A8355 amplió la liquidez del sistema al reducir encajes y flexibilizar el requisito mínimo diario, lo que alivió la necesidad de los bancos de atraer depósitos mediante tasas altas.

Al mismo tiempo, el recorte de la tasa de simultáneas de BYMA, del 22% al 20%, ajustó toda la estructura de rendimientos: la caución bajó al 18% y la interbancaria se acomodó en torno al 22%.

Los bancos españoles hablan de “recesión” y le cortan el crédito a los argentinos

En consecuencia, los plazos fijos UVA les robaron la escena a los tradicionales debido a que crecen lo que avance el índice de precios al consumidor (IPC). Pero también cuentan con algunas desventajas que obliga a los ahorristas e inversores a migrar hacia alternativas del mercado de capitales.

“Los plazos fijos UVA, si bien están atados a la inflación y en general la tasa promedio es inflación más 1%, tienen un mínimo de 90 días de inversión. Entonces, la verdad que yo no elijo los plazos fijos UVA porque no me parecen convenientes por la falta de liquidez”, relató el asesor financiero Fernando Villar. “E incluso si uno elige los precancelables, muchos bancos te reducen el interés demasiado a la hora de cancelarlos. Entonces, te termina conviniendo hacer la misma inversión, pero en el mercado de capitales”, agregó.

La mayor parte del sistema opera hoy con tasas anuales de entre 24% y 32%, un nivel que se estabilizó como la nueva normalidad tras varios meses por encima del 50%. Si bien aún quedan nichos donde los rendimientos superan el 30%, son casos puntuales

En esta línea, el consultor Mariano Monferini indicó que, antes que un UVA, conviene mirar los bonos CER, “que ajustan por inflación y además pagan un spread real cercano al 7% anual, con la ventaja adicional de poder venderse en cualquier momento en el mercado secundario”. “Para quienes no quieran comprar títulos directamente, existen fondos que invierten en esta clase de activos”, señaló.

Luego, agregó que hasta es más rentable apostar por fondos mixtos que combinen estrategias e instrumentos financieros: “Otra alternativa son los fondos T+1 que combinan Lecaps, duales y otros instrumentos del Tesoro. Hoy están rindiendo algunos puntos por encima de los plazos fijos tradicionales y mantienen buena liquidez diaria”.

Por su parte, la asesora idónea Martina del Giudice sostuvo que, con las tasas de interés en pesos cayendo y apostando por una inflación moderada, el plazo fijo UVA es una forma “segura” de preservar el valor, pero también coincidió en los riesgos de este popular vehículo bancario.

“El plus real sobre la inflación no es elevado. Si la inflación se desacelera, ese diferencial tal vez no alcance para justificar mantener los pesos inmovilizados. Y si en el horizonte la devaluación del peso y la suba del dólar (oficial o paralelos) vuelven a acelerarse, un depósito en pesos puede terminar perdiendo mucho frente a activos atados al dólar”, comentó.

Esta nota fue publicada en el portal LaPolíticaOnline. Leer más

Resumen Político © Todos los derechos reservados.