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“Petrobras evalúa volver a la Argentina, las reformas de Milei tienen un impacto positivo en las empresas”
La relación entre Argentina y Brasil está atravesada por la mala relación entre Lula y Javier Milei. En el medio del tiroteo presidencial y la enorme distancia en el pensamiento ideológico, la diplomacia intenta hacer su trabajo para que el vínculo no afecte intereses estratégicos.
En ese rol aparece como figura clave Julio Bitelli, embajador de Brasil en Argentina, que logró construir un buen vínculo con Diana Mondino. Bitelli recibió a LPO en el edificio brutalista que Brasil construyó sobre la avenida Cerrito.
Como diplomático de carrera trata de poner todo el tiempo paños fríos y afirma que “no hay que exagerar” el impacto de la mala relación entre Lula y Milei y confirma el interés de Petrobras y otras empresas brasileñas por invertir en Argentina. “Como mucha gente en el mundo, los ojos están puestos en ver como la situación de Argentina”, asegura.
-¿En que estado se encuentra la relación entre Argentina y Brasil?
-Hay una situación muy particular porque la relación va bastante bien en lo operativo pero hay ese ruido entre los presidentes que esta ahí y genera mucha visibilidad y mucha pérdida de energía. La relación está bien, los ministerios se hablan, hay visitas y todo funciona.
-¿Cómo está su relación con Diana Mondino?
-La relación es excelente con la Cancillería en general, la relación de la canciller Mondino con el canciller Mauro Vieira y conmigo es impecable y todo funciona con gran normalidad.
-¿Cuánto podría mejorar la relación si el vínculo entre los presidentes fuera otro?
-Siempre se puede mejorar. Lo que la situación actual demuestra es que no es imprescindible que los presidentes se quieran.
-Milei dijo que Lula era un comunista corrupto que por algo había estado preso..
-No hay ninguna duda que el presidente Lula y el presidente Milei tienen visiones del mundo muy distintas, pero eso no es un impedimento para que la relación fluya. Y eso es lo que está pasando.
-¿Por dónde pasa esa buena relación?
-Hay un potencial inmenso en el tema energético. El gas de Vaca Muerta puede ser un elemento decisivo en la relación de los próximos años. Brasil tiene una gran necesidad de gas y Argentina va a tener mucha disponibilidad, hay que discutir como ese gas puede llegar a Brasil. Hay varias opciones sobre la mesa pero el tema es estratégico. Lo otro es el comercio bilateral, que había llegado a 40 mil millones de dólares hace 15 años, el año pasado bajo a 28 mil y este año no creo que tengamos un número mayor. A futuro habría que buscar formas de ampliar ese comercio bilateral.
-¿Hay posibilidades que Petrobras invierta en Vaca Muerta?
-Petrobras está evaluando volver a la Argentina. Hay que recordar que estuvo en el país y se fue yendo de a poco. No tiene mucha experiencia en gas, pero hay opciones. Podría trabajar con otra empresa. Petrobras tiene mucha experiencia en offshore y hay potencial para eso también. El tema energético no es sólo de Vaca Muerta, hay otras cosas en Argentina con gran potencial de cooperación, así que sí hay interés de Petrobras y espero que algún momento podamos tener presencia importante de nuevo.
-¿Cuál podría ser esa otra empresa con la que podría trabajar Petrobras?
-Puede ser argentina o de un tercer país. Todo el tema de energía se maneja con consorcios, es raro que una sola empresa que se ocupe. Esta podría ser una salida para operar en Vaca Muerta.
-¿Cuáles son las otras áreas de negocios que mira Brasil mas allá de Vaca Muerta?
-Hay zonas en la provincia de Buenos Aires, en la Hidrovía y en Santa Cruz. Hay distintas potencialidades en términos energéticos y de minería. Estamos mirando eso porque Argentina esta abriendo una serie de oportunidades nuevas y Brasil esta acá al lado.
Como mucha gente en el mundo hoy, los ojos están puestos en ver como evoluciona la situación de Argentina, como avanza la situación económica y se desarrollan esas potencialidades, pero sí hay mucho interés.
-¿Esas nuevas oportunidades pueden ser a través del RIGI?
-Es un tema de las empresas privadas, pero seguro que hay interesadas si cambian un poco las condiciones. Lo que sí es seguro es que hay empresas brasileñas instaladas en la Argentina quieren que ampliar su presencia y hay otras empresas que quieren internacionalizarse y el mercado argentino es el destino más obvio. Como te decía, hay mucha gente esperando esas posibilidades.
-La reformas económicas de Milei son atractivas para las empresas privadas brasileñas entonces..
-Hay elementos que son muy importantes. Por ejemplo, nos eliminaron el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRAS). Eso para el sector privado es de efecto inmediato y muy positivo. Se está trabajando con el tema de los pagos al exterior en divisas, no está solucionado pero avanza, bajó el impuesto país y está la promesa de eliminarlo a fin de año. Todo eso tiene un impacto positivo para el sector privado que quiere estar en Argentina.
-Brasil ha dicho en varias ocasiones y se lo hicieron saber a Mondino en su último viaje a Brasilia y San Pablo que están interesados en la finalización del Gasoducto del Norte pero el gobierno demora las obras porque no quiere que el estado se haga cargo. ¿Eso genera inquietud?
-Entendemos que es un momento de transición en Argentina. Con el tema del gas hay posibles soluciones temporales ante de llegar a una definitiva. La finalización del Gasoducto del Norte para que entre el gas a Brasil por Bolivia es la mas fácil y depende de un acuerdo con el gobierno de Bolivia.
Paraguay se ofreció como país de tránsito, que el gas salga de Vaca Muerta a uruguayana y de ahí entre a Río Grande do Soul donde tenemos una planta termoeléctrica lista. Hay varias opciones y entendemos que no son decisiones que no se deben tomar apresuradamente y hay que madurarlas.
-¿Es cierto que hay un pacto de no agresión con Mondino?
-Nunca hubo nada explicito en ese sentido. Trabajamos de forma muy sensata y me parece obvio que nadie gana nada con declaraciones ofensivas al otro país. Es la lógica normal de la relación. Es una relación franca y abierta y si hay algo que discutir se discute.
-El gobierno de Milei tiene decidido salir de Unasur, que es clave para la estrategia sudamericana de Brasil. Lo anunciaría en breve. ¿Están al tanto?
-Es una decisión soberana de Argentina. Cada cual tiene que saber cuales son sus prioridades externas y como llevar adelante su política exterior. Hay que respetar.
-¿Considera que Lula es líder de la región o es algo que se disputa con Mexico o Argentina?
-No me gusta mucho la noción de liderazgo. Lula tiene una visión muy clara en política exterior, se involucra, está muy presente y determina las prioridades de Brasil en esa agenda. Que se involucre de la manera que lo hace le da mas visibilidad a diferencia de otros jefes de estado. Pero el liderazgo no se busca ni se pide, es algo que nace naturalmente.
-¿Ese involucramiento personal de Lula, como pasa ahora con Venezuela, no le genera costo político y desgaste muy grande?
-La preocupación del presidente es contribuir para acercar posiciones en una zona del mundo que justamente no tiene los conflictos que se ven en otras regiones. Su naturaleza es acercar soluciones pacíficas, contener conflicto, ofrecer espacios de diálogo y hablar con las partes. Siempre hay un desgaste, porque es mas difícil ofrecer espacios de contención que apoyar a una de las partes del conflicto.
-Podría no involucrarse de esa forma, sobre todo cuando no ves mucha predisposición de Maduro por encontrar una solución…
-Sí, quedarse neutral o decir apoyo a uno o a otro. Pero estamos hablando de una situación muy complicada, lo de Venezuela es muy complicado. Lula quiere mantener una interlocución con todas las partes en Venezuela porque sin eso no va a haber solución, alguien lo tiene que hacer y el por su convicción, su propia historia y su creencia en la integración regional asume ese riesgo.
-¿Maduro no está tensando demasiado la cuerda?
-Alcanza con ver las declaraciones del presidente, la situación es complicada, la sensación es que algunas de las cosas que esta pasando no ayudan para nada en la búsqueda de esa solución que necesitamos.
-Otro tema que está en la agenda de la relación bilateral con Argentina es la de los prófugos bolsonaristas condenados por el intento de golpe contra Lula que están pidiendo asilo político en el país. La semana pasada uno de sus abogados intentó reunirse con Mondino, pero no lo recibió. ¿Cómo están tomando esa situación?
-Hasta ahora, la manera que el tema se viene llevando en Argentina es absolutamente correcta. Es lo mismo que hubiese pasado en Brasil. La ley en Brasil como en Argentina dice que la persona que pide ser considerado un refugiado desde el momento que lo pide tiene toda la protección.
Es una decisión que le toca a la Comisión Nacional para los Refugiados (Conare) que está analizando. Desde la perspectiva de Brasil no hay ninguna disconformidad respecto a como se están llevando adelante esos pedidos. Estamos esperando.
-El abogado dice tener pruebas de persecución política y violación de los derechos humanos.
-El tramite lo tiene la Conare, los documentos que tengan esa gente los tiene que presentar ahí, tienen todo el derecho de hacerlo. Ni nosotros ni el gobierno argentino tiene que involucrarse en ese proceso.
-¿Y qué opina de la narrativa bolsonarista de persecución política?
-Es parte de la discusion interna de Brasil. No debería ser un tema de la relación bilateral.
-Volviendo al liderazgo de Lula. ¿Por donde pasa? ¿El sur global o países desarrollados?
-Es la historia de la presencia global de Brasil. Siempre ha buscado tener buenas relaciones con todos. No tenemos enemigos y no hacemos lista de amigos porque buscamos tener vínculos con todos.
El presidente es un ejemplo claro en la construcción de espacios de diálogo y quiere contribuir con soluciones a los problemas donde están. Para eso es fundamental seguir hablando…con Rusia y con Ucrania, con Argentina, con Venezuela, con Colombia, con todos. Es el ADN de la diplomacia brasileña que esta muy bien personificada por el presidente.
-¿Cuánto impacta la elección en Estados Unidos en la región?
-Es una elección muy importante porque son dos maneras de ver el mundo muy distintas. Pero eso es algo que deben decidir los americanos, para Brasil gane quien gane, Estados Unidos seguirá siendo un socio importante. A todos nos toca esperar.
-Una lectura rápida es que una victoria de Trump puede potenciar a Milei y favorecer al bolsonarismo para la campaña presidencial de 2026. ¿Coincide?
-Hay que ver hasta que punto el impacto es directo. En el gobierno de Bolsonaro estaba Trump en Estados Unidos y no cambió mucho la calidad de la relación. Es muy relativo.
-¿Qué tiene que pasar para que Lula y Milei se reúnan?
-Lo más importante es no forzarlo y entender que no es imprescindible. Cuando tenga que ocurrir, si tiene que ocurrir va a ocurrir. En noviembre van a estar los dos en la cumbre del G20 en Río de Janeiro, pero insisto con que es una situación que tiene una visibilidad exagerada y hay que desdramatizar.
-En el G7 en Italia también estuvieron juntos pero se sentaron uno en cada punta.
-No hay que inventar nada. Hay que esperar.
Esta nota fue publicada en el portal LaPolíticaOnline. Leer más