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Los chats del director de la AFIP que le armaba cuentas offshore a un sindicalista

Parece tan importante el patrimonio del secretario general del sindicato del Turf, Carlos Felice, que su contador le pide traer dinero de cuentas del exterior para pagar el impuesto a la riqueza, un tributo extraordinario que solamente alcanzó a los 13 mil contribuyentes más ricos del país, con bienes que al 2020 alcanzaban un piso de 200 millones de pesos.

Solo que su contador no puede ser su contador. El que le maneja el patrimonio, según la inferencia de fiscales federales, es el ex director de la AFIP en Santa Fe, Carlos Andrés Vaudagna. Los investigadores se basan en lo que el mismo funcionario dice en sus chats con Felice, un hombre toda la vida ligado al mundo hípico desde el Jockey Club de Santa Fe, lo que fue catapulta para su carrera gremial, recibirse de abogado y también alcanzar la presidencia de la OSPAT, la obra social del personal del turf.

Felice es un sindicalista que amasó una fortuna. Es público que tiene un stud de caballos pura sangre con los que dos veces ganó la mayor prueba hípica del país y que ahora además de sus propiedades saltan fondos fiduciarios fuera del país y cuentas en bancos estadounidenses. Aparece como uno de los clientes de Vaudagna que se mueve como asesor de empresas legales y personas físicas pese a tenerlo prohibido por ser jefe de la AFIP. El mismo señala que su trabajo consiste, en parte, en justificar dinero de directivos de empresas “pasados de gastos”.

La historia del gremialista con cuentas offshore, caballos pura sangre y lazos estrechos con un capo de la AFIP

Las constancias judiciales en la más importante acusación contra Vaudagna son un tratado de estupefacción. Durante diez años, hasta 2020, fue el funcionario más encumbrado en las delegaciones Santa Fe y Rosario de la ex AFIP, que es el organismo que vela por que los contribuyentes estén en regla y debe denunciarlos cuando realizan maniobras fiscales. Pero este alto funcionario oriundo de la zona de Rafaela, de 56 años, garantizaba a personas físicas y jurídicas pusieran activos a la sombra del fisco.

“Disculpe, omití mi nombre”

Parece haber una montaña de evidencia al respecto. Y que eso está contenido en lo que el propio Vaudagna explicaba que hacía en un celular que le secuestraron en 2021. Entre esas cosas aparece una secuencia de mensajes donde el responsable del control tributario habla con un abogado del estado de Florida, en Estados Unidos, para acordar primero la gestión de fondos de Felice, su cliente, en cuentas de ultramar. Luego lo hace para desafectar de un fideicomiso en el exterior a la esposa del sindicalista en vísperas del divorcio de ambos.

Los fiscales federales Sergio Rodríguez, de la Procuración de Investigaciones Administrativas (PIA), Diego Velasco de la Procuración de Lavado de Activos (Procelac), Juan Argibay y Esteban Venditti de Rosario y su par de Reconquista Roberto Salum no reprimen señalar que resulta llamativa la impunidad con la que Vaudagna habla con Michael Merino, el abogado con oficinas en Fort Lauderdale que gestiona colocaciones en paraísos fiscales del presidente de la obra social del turf.

Carlos Vaudagna

El mensaje de presentación lo envía Vaudagna por Whatsapp el 2 de diciembre de 2020. “Dr. Merino soy el contador de Carlos Felice, como usted sabe estamos muy preocupados por varias cuestiones urgentes aquí (impuestos y divorcio). Necesitaría hablar con usted, sé que ya lo hizo con la contadora Virginia C., pero quiero precisar un par de cosas. Saludos y muchas gracias”. Hay un mensaje adicional a continuación. “Disculpe, omití mi nombre. Es Carlos Vaudagna”.

Luego de esta presentación lo concreto de la relación profesional entre Vaudagna y Felice se despliega en toda su elocuencia. Los fiscales advierten el asesoramiento a Felice sobre las maneras de llevar dinero al exterior y otras gestiones como la desafectación de la esposa del gremialista de un fideicomiso.

“Dr. Merino nuevamente lo molesto para avanzar con el cambio de beneficiaria del fideicomiso de Carlos Felice, como así también para armar tres fideicomisos irrevocables a favor de sus hijos. Le ruego que los trabaje en forma urgente. Saludos”. En otro mensaje completa: “Doctor lo que necesite estoy a sus órdenes para el tema de los cambios en Harbour Holding y el nuevo fideicomiso. Saludos”. Ambos están fechados el 8 de diciembre de 2012. El abogado desde Miami responde: “Mañana te voy a mandar mi acuerdo de servicios legales junto con un presupuesto. Si el señor Felice está de acuerdo, podemos empezar inmediatamente”.

Siguen gestiones donde Vaudagna se encarga, en nombre de Carlos Felice, de gestiones que incluyen indicaciones sobre los administradores de un fideicomiso, luego demanda honorarios, aporta su correo particular para que el abogado estadounidense le envíe documentos. También define los pagos al abogado: primero el jefe de la ex AFIP manifiesta que dio la orden de que se le transfieran los montos pactados y a continuación le envía copia de la constancia de la transferencia en formato PDF.

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En el tráfico de comunicaciones se advierte que Vaudagna le indica al letrado los beneficiarios de un fideicomiso, que son los hijos de Felice. Luego dialogan de un fideicomiso en las Islas Cook, un reputado paraíso fiscal en Oceanía. Vaudagna menciona otro fondo, denominado Harbour Holding del que necesitan sacar como beneficiaria a la esposa de Felice. Contador y abogado definen si un protector del fideicomiso puede ser de Argentina y hablan de la constitución de otro en Nevada. Vaudagna menciona finalmente la necesidad de que el fideicomiso sea irrevocable e intercambian al respecto borradores por correo electrónico.

El protector en las Islas Cook

Un tiempo después, el 17 de junio de 2021, Vaudagna le envía un texto al letrado en Miami, en medio de un tratamiento médico de su cliente: “Michael, buen día. Ayer estuve en Buenos Aires visitando a Carlos Felice que por suerte está mejor de salud, aunque el viernes vuelven a hacerle una intervención quirúrgica, esta vez más pequeña. Resolvimos que el protector seré yo, y pondremos un segundo protector por cualquier cosa que me suceda. Indícame por favor cómo seguimos, yo había remitido todos los datos del fiduciario y de los beneficiarios, del asesor financiero, entiendo que quedaría solo de los protectores y el distribuidor en caso de ocurrir algún deceso. Saludos y quedó al aguardo de tu respuesta”.

Hay un último mensaje, que es de audio, donde Vaudagna ratifica que será el protector de los fideicomisos de Felice. Con dos asesores financieros y contables planifica un “sinceramiento” del sindicalista. La contadora Virigina C. le pregunta si puede hablar y consulta a Vaudagna “cómo sincerar oro”. Responde el jefe de la AFIP: “Si háblame, no quiero hablar ahora porque estoy en el laburo y me escuchan, pero si necesitas algo me haces un toque y voy a algún lugar más privado y hablamos”.

Los fiscales marcan que esta conversación donde Vaudagna y la contadora hablan de actividades relacionadas con el patrimonio de Felice ocurrió el 6 de noviembre de 2016. Lo que indica que este servicio profesional, que no podía ser sino clandestino, fue prestado al menos durante cinco años.

El volumen de los movimientos de dinero de Felice tanto en el país como en el extranjero es tan vigoroso que es imposible no presumir, dicen los fiscales, que ese asesoramiento constante que da Vaudagna haya sido gratuito. No pueden suponerlo, además, porque todo el tiempo en el teléfono que le secuestraron Vaudagna aparece reclamando pagos de honorarios por este tipo de “servicios”. Y queda claro que lo hace, en 2017, con una contadora que parece relacionada con Felice.

El volumen de los movimientos de dinero de Felice tanto en el país como en el extranjero es tan vigoroso que es imposible no presumir, dicen los fiscales, que ese asesoramiento constante que da Vaudagna haya sido gratuito. No pueden suponerlo, además, porque todo el tiempo en el teléfono que le secuestraron Vaudagna aparece reclamando pagos de honorarios por este tipo de servicios

En la charla desde su teléfono Vaudagna le dice a la contadora Andrea T. “Andrea, acordate de los honorarios, estamos atrasados, beso”. Trascartón le remite en formato PDF facturas de “Mutual Prestaciones Santa Fe” a OSPAT, por meses del año 2019 y 2020. Esa es la mutual de la ciudad de Santa Fe, ubicada en Monseñor Zazpe al 2900, que utiliza Vaudagna para cobrar sus servicios. La mutual es de su propiedad y en la comisión directiva fueron ubicados familiares y allegados de su confianza. Se hacía del dinero entonces, subrayan los investigadores, a partir de cobrarles no ya a individuos, sino a personas jurídicas.

También se le advierten a Vaudagna en su teléfono actividades de “asesoramiento” o “gerenciamiento financiero” de empresas relacionadas al rubro salud y afines, que se facturaban asimismo a través de mutuales que fueron compradas por él.

El vínculo entre Vaudagna y Felice también aparece de modo personal en el teléfono del primero. El sindicalista le pregunta: “Carlos que sociedad que no sea El Ángel puedo usar para comprar un caballo?”. Para los fiscales eso es un ejemplo contumaz de que Vaudagna maneja sus intereses. Los fiscales establecieron que la consulta es sobre una chequera de un banco internacional, de acuerdo con las fotos, de una cuenta en un banco de New York. En relación a ello, Vaudagna le avisa a Felice, el 13 de abril de 2020. “Carlos estoy pidiendo a Santiago (a través de Cono Sur) traer 100 para impuesto a la riqueza y bienes personales.. Te van a llamar por teléfono”.  

Esta nota fue publicada en el portal LaPolíticaOnline. Leer más

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