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La oposición denuncia que Caputo quema en el mercado créditos del BID para calmar el dólar

El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ilan Goldfajn, aterrizará este lunes en Buenos Aires. Pero mientras los funcionarios preparan fotos y discursos, la política ya encendió las alarmas: la oposición pidió verlo en persona para denunciarle que el gobierno argentino estaría desviando créditos con destino específico.
El ruido no surge de la nada. En las últimas semanas quedó al descubierto que 265 millones de dólares que el BID aprobó para la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) se evaporaron en las cuentas oficiales. Eran fondos para inclusión social, con tres años de plazo de ejecución y cinco de gracia. Hoy nadie puede explicar dónde fueron a parar. El caso reactivó viejos reclamos.
La comunidad científica denunció que desde hace un año hay otros 46 millones de dólares del BID, asignados a la Agencia I+D+I, que nunca llegaron a los proyectos de investigación. “Se robaron la plata”, dicen los investigadores con crudeza. Y agregan que la Casa Rosada se niega a brindar informes sobre el destino de los fondos.
“Pedimos la reunión con el presidente del BID porque no da que siga girando plata sin preguntar dónde va. Queremos que Goldfajn escuche de primera mano que Caputo está usando créditos con asignación específica para quemar en el frente cambiario. Si no se pone un límite, esto puede terminar en un escándalo regional”, consideró a LPO un diputado opositor.
La lógica parece repetirse: préstamos que vienen con destino prefijado, pero que en la práctica terminan como poder de fuego del Tesoro para contener el precio del dólar. “Toto manotea los dólares de los préstamos internacionales que tienen destino prefijado”, afirmó a LPO uno de los científicos que activó el reclamo.
El tema tiene antecedentes. En 2018, cuando Luis Caputo intentó salvar la crisis cambiaria con apoyo externo, se anunció un paquete paralelo al stand-by con el FMI: 2.500 millones de dólares del BID, 1.750 millones del Banco Mundial y 1.400 millones de la CAF. Entonces, como ahora, la estrategia era clara: traer dólares frescos para contener la corrida cambiaria.
En los últimos meses se aprobaron otros 800 millones de dólares del BID para política fiscal y 400 millones para comercio exterior. Pero la sombra de la opacidad sobre los desembolsos mina la credibilidad de esos programas. Por eso la visita de Goldfajn genera expectativa. La oposición quiere que el BID tome nota de lo que pasa en Buenos Aires: proyectos sociales que se frenan, ciencia sin financiamiento y fondos que se esfuman.
“El gobierno que sale a pedir dólares afuera con discursos de austeridad, pero que adentro reparte los fondos como si fueran propios. Promete desarrollo, pero usa la plata para tapar agujeros”, comentó a LPO otra de las fuentes involucradas en el tema.
Esta nota fue publicada en el portal LaPolíticaOnline. Leer más
