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La estrategia del oficialismo para avanzar en los artículos clave de la Ley Ómnibus
Tras tres 30 horas de debate, la denominada Ley Ómnibus, propuesta por el presidente Javier Milei, fue aprobada en general por la Cámara de Diputados con 144 votos a favor y 109 en contra. El megaproyecto, que perdió en el camino más de la mitad de sus artículos, logró el respaldo de los votos libertarios, los del PRO, la UCR, Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal.
El Gobierno ahora negocia con las provincias y los bloques dialoguistas por las privatizaciones, impuesto PAIS y facultades delegadas.
A pesar de que el oficialismo haya obtenido el apoyo de las provincias y los bloques dialoguistas, el debate sobre los artículos específicos continuará el martes siguiente. Por lo que, si el Gobierno no logra mayores consensos, todavía podrían ser rechazados algunos puntos cruciales.
El Gobierno convocó a sesiones extraordinarias antes de la navidad del 2023 y la acción recién se puso en marcha diez días más tarde. Hace exactamente un mes, a tan solo 4 días del comienzo del nuevo año, fueron las reuniones constitutivas de las comisiones parlamentarias que intervinieron en el debate de la formalmente bautizada “Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”.
El secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, fue uno de los primeros emisarios del Poder Ejecutivo. Sus intercambios con el recientemente conformado bloque de Hacemos Coalición Federal no fueron fructíferos. Hubo diputados que salieron de reuniones con él sin saber con quién habían hablado.
Guillermo Francos, ministro del Interior, y Martín Menem, Presidente de la Cámara de Diputados, también sumaron a la negociación. Se volvió clave también el rol de Eduardo “Lule” Menem, primo de Martín y su principal asesor en temas legislativos, además de un pasado de más de una década como secretario privado de Eduardo Menem, el hermano del expresidente.
Por el despacho de Menem desfilaron durante días los referentes del Pro, de la Unión Cívica Radical y del nuevo espacio liderado por Miguel Ángel Pichetto (Hacemos Coalición Federal), gran protagonista de las negociaciones por su experiencia y por su particular carácter. Todos fueron recibidos allí por Caputo, sobrino lejano del ministro de Economía.
En la tarde del lunes 29 de enero, apenas horas antes de la primera sesión por la Ley Ómnibus, se vivieron momentos de alta tensión sobre la Avenida Rivadavia. El grupo de WhatsApp que agrupa a los 37 diputados del Pro estalló a partir de un mensaje: “nos quieren sacar el despacho”, escribió uno de ellos. Cristian Ritondo, jefe del bloque, intentó calmar las aguas y se dispuso a averiguar qué era lo que ocurría.
La respuesta a las quejas de los del Pro no pudo ser inmediata. A esa hora, Martín Menem mantenía reuniones estrictamente vinculadas a las negociaciones por el articulado de la ley. En el Salón de Honor de Diputados estaban junto a él su primo Lule, Caputo, Rolandi y los legisladores Nicolás Massot, Emilio Monzó (HCF) y Rodrigo De Loredo (UCR), entre otros.
Según explicaron cerca de Menem, el intento de desalojo no tenía relación alguna con la rosca parlamentaria. Respondía, en cambio, a un vencimiento de los alquileres de ese piso y la intención de no renovarlos por el recorte de gastos y erogaciones varias que lleva adelante la actual gestión. “Hay despachos libres en el Anexo”, aseguran. Por ahora, se postergó la discusión, pero no hay una solución definitiva.
El ajuste interno en Diputados abrió otro frente de batalla: el catering para los días de sesión, según una imagen reciente publicada por el periodista Manu Jove. El reclamo para el Presidente de la Cámara era el mismo desde varios sectores políticos: no limitar a una ventana reducida los horarios del servicio de comida.
Ese servicio se extendió también durante los primeros meses de la presidencia de Sergio Tomás Massa. Sin embargo, en 2020 se dio de baja. El nuevo contrato en tiempos del Frente de Todos fue para Grupo L, una empresa de la familia Lusardi que trabaja como proveedora del Estado en muchos niveles. De hecho, fue la firma que quedó envuelta en una polémica cuando, durante la pandemia del Covid 19, le compraron alimentos sobreprecios desde el ministerio de Desarrollo Social.