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“Esta elección es un mensaje a Estados Unidos: el pueblo argentino no quiere ser una colonia”

Itai Hagman encabeza la lista de candidatos de Fuerza Patria en Capital Federal para la Cámara Baja y está convencido que las elecciones de este domingo son “una bisagra” en la discusión sobre la soberanía argentina. “Es un mensaje al gobierno de los Estados Unidos”, dice.

Integrante de la comisión de Presupuesto y la comisión que investiga la estafa Libra, le toca enfrentar al oficialismo en los puntos neurálgicos de la discusión pública: el déficit fiscal, el ajuste social y la crisis económica, por un lado, y las denuncias por corrupción contra Javier Milei y su entorno, por otro. 

Por eso, sostiene que cada voto es fundamental para sumar diputados que puedan frenar al gobierno: “para aprobar el aumento jubilatorio, faltaron cuatro legisladores”, explica en referencia a la frustración de los dos tercios que no se pudieron alcanzar para insistir contra el veto presidencial.

En el despacho que ocupa en uno de los edificios anexos del Congreso, conversó con LPO sobre lo que puede pasar después de los comicios y la necesidad de anteponer en el peronismo y el campo popular la formulación de un programa por encima de la discusión de liderazgos, un defecto que estragó la experiencia del Frente de Todos.

Pese a la prudencia que le exigen los últimos días de campaña, se ilusiona con “el cambio de ánimo” que produjo en la sociedad la elección de la Provincia de Buenos Aires. “Los analistas políticos creían que, a pesar de que Milei iba contra los jubilados y los discapacitados, la sociedad lo apoyaba igual. Y te mostraban encuestas y decían ‘mirá cómo la imagen de Milei no cae’. Vino la elección de Provincia y se cayó todo ese discurso”, explica.

-¿Con qué expectativa llega Fuerza Patria de elecciones?

-Ya estamos viviendo un proceso que no es normal. No estamos frente a un gobierno normal con el cual se puede tener diferencias políticas e ideológicas y frente al que me puedo considerar un adversario político, dentro de ciertas reglas institucionales y democráticas. Estamos frente un gobierno que rompió todas las reglas, que lleva adelante no una política de ajuste, sino una política de destrucción, y no solo destrucción del aparato productivo argentino, con una enorme cantidad empresas que están cerrando y aumento del desempleo, sino también de instituciones muy importantes. Estamos peleando por el Garrahan, por las universidades públicas y, por si esto fuera poco, además decidió delegar la gestión de la política económica en las últimas semanas en una potencia extranjera. Todo eso hace que esta elección legislativa sea muy diferente a una elección legislativa normal, donde uno elige simplemente una composición del Congreso.

-¿Entonces qué se elige?

-Mi visión es que esta es una elección bisagra, donde lo que se juega es si el pueblo argentino va a legitimar este proceso de destrucción y de entrega de la soberanía y de humillación nacional, o si le pone un límite. Por eso esta es una elección que naturalmente se tiende a polarizar entre quienes avalan esto y quienes nos oponemos frontalmente. Nosotros decimos que Fuerza Patria es el instrumento para mandar un mensaje de que el pueblo argentino no quiere este proceso de destrucción, que este pueblo argentino no quiere ser una colonia. Es un mensaje también al gobierno de los Estados Unidos. Entonces, vivimos esta campaña como una campaña que va a marcar los próximos dos años de la Argentina.

-Ahora que se empieza a visualizar que no es sólo un swap lo que manda como respaldo Estados Unidos al gobierno de Milei, ¿hay más herramientas para forzar que la discusión pase por el Congreso?

-Esto empezó como un rescate financiero. La Argentina ha tenido lamentablemente historias trágicas, con blindajes y rescates de este tipo y por eso planteamos de entrada, apenas nos enteramos por un tweet de que la Argentina estaba negociando un tipo de rescate, que esto tenía que pasar por el Congreso. Si uno le agrega los antecedentes de este mismo gobierno, que tomó un crédito con el Fondo Monetario Internacional por 20 mil millones de dólares que se suman al crédito anterior que había dejado Macri sin pasar por el Congreso, violando incluso una ley especial que se había sancionado durante la gestión de Guzmán, con más razón aún. No solamente tiene atribuciones el Congreso para arreglar los temas de la deuda y contraer empréstitos, sino también para aprobar acuerdos bilaterales, o sea, entre un país y otro país. Es más, el dictamen que aprobamos, que vamos a tratar de sancionar en el recinto, dice que si esto no pasa por el Congreso lo vamos a considerar nulo, que es un argumento jurídico importante para la discusión del próximo gobierno. Entonces, se llame swap, se llame compra de bonos o se llame intervención del Tesoro en el mercado cambiario, estamos hablando de un rescate financiero que compromete el futuro de los argentinos y no solo de este gobierno.

-¿En qué situación se encuentra Fuerza Patria, con respecto a los bloques del centro, ante la premisa de que pase por el Congreso y que se caiga el acuerdo si no se aprueba?

-Todavía no hemos visto declaraciones de esos bloques en el mismo tenor. Aunque participaron de la discusión en la Comisión y vamos a tratar de persuadirlos para que nos acompañen. Nos gustaría que esto no sea una bandera de una fuerza política nada más. Porque acá está en juego la soberanía del país. Este nivel de humillación no hemos visto nunca. Que hoy la palabra del secretario del Tesoro de Estados Unidos sea más importante que la palabra del Presidente… no lo habíamos visto nunca. Entonces, lo que buscamos nosotros es persuadir a la sociedad y a todas las fuerzas políticas que defendamos un principio elemental de soberanía, aunque no estemos todos de acuerdo en el tema de fondo. Ojalá lo podamos hacer. Hay muchos sectores políticos que especulan y nunca se sabe bien qué piensan, un día pueden estar con el gobierno y otro día con la oposición. Mi impresión es que la sociedad va a castigar esos comportamientos especulativos, porque quiere posiciones nítidas.

-Hubo una reunión convocada por el oficialismo para desmalezar el terreno con respecto a la Ley de Presupuesto. El kirchnerismo no participó de esa convocatoria. ¿Cuál es la postura? ¿Por qué no fueron?

-La postura es que el ámbito para discutir el presupuesto es la Comisión de Presupuesto. Esto de estar haciendo reuniones entre cuatro paredes y negociando cosas a espaldas de la sociedad nos parece que es un método antidemocrático. Además, tenemos los antecedentes de la ley Bases, cuando se hablaba de una reunión en un departamento. Nosotros creemos que hay que discutir de cara a la sociedad. ¿Por qué habría que discutir algo a espaldas de la gente? ¿Qué es lo que hay o que se tiene que conversar en esa reunión, que no se puede decir públicamente? Si hay bloques que van a negociar el presupuesto a cambio de cosas que no pueden contar, no vamos a participar de ese tipo de maniobras.

-¿La sospecha es entonces que hay algún tipo de dádiva o negociación que no se puede blanquear?

-Por lo menos, que eso es lo que pretende el gobierno. Buscar vías de negociación con sectores para conseguir los votos a cambio de vaya uno a saber qué cosa.

Se juega si el pueblo argentino va a legitimar este proceso de destrucción y de entrega de la soberanía y de humillación nacional, o si le pone un límite.

-¿Pero tiene que haber presupuesto?

-Presupuesto tiene que haber. Sí, por supuesto que tiene que haber. De hecho, es la primera vez en la historia democrática argentina que hay dos años seguidos sin presupuesto y las dos veces, por decisión del Gobierno. El año pasado fue el más escandaloso porque se inició la discusión y el Gobierno lo retiró. En el medio de la discusión. Ahora también decimos que lo primero que debería hacer el oficialismo, si realmente quiere un presupuesto, es hacer que el ministro de Economía venga al Congreso. No hay antecedentes democráticos donde un ministro de Economía haya estado 22 meses en sus funciones sin pisar el Congreso una sola vez. O sea, Caputo no vino ni una sola vez al Congreso, ni a presentar presupuesto, ni a informar de ningún otro tema. Es más, votamos una interpelación para la semana pasada, a la cual Caputo no vino.

-¿Qué hay que esperar el lunes 27?

-Si al peronismo le va bien, si al Gobierno le va mal, lo que habría que esperar es un gobierno que tome nota del resultado. Yo tampoco quiero dar por descontado el resultado. Va a ser una elección, para mí, con un escenario parejo. Nosotros necesitamos que cada argentino que realmente siente que no puede más, que está angustiado, que está cansado, que sepa que no está solo, que hay millones que están como él y que la herramienta del voto puede ser muy efectiva para cambiar la situación. Entonces les decimos a esos argentinos que vayan a votar. Se necesita que haya una fuerza que represente una mayoría. No elegimos solamente diputados, definimos la diferencia entre ganar y perder, que es la diferencia entre tener patria o no tener patria, tener soberanía, no tener soberanía. Si acumulamos una cantidad importante de votos, hay que pensar que se da ese aumento de representantes en la Cámara de Diputados y en la Cámara de Senadores y serviría para ponerle freno a Milei.

-¿Se podría voltear el DNU 70/23?

-Absolutamente. Tenemos pendiente el tratamiento del DNU 70, que fue un decreto que previamente fue una reforma constitucional encubierta y que en un mismo instrumento cambia cientos de leyes. Para eso necesitamos más diputados. No lo hemos hecho hasta ahora porque no nos alcanzan los votos. Necesitamos poner un límite en lo que es esta entrega de la soberanía a los Estados Unidos. Y en materia de deuda externa necesitamos poner un límite al ajuste permanente e insensible sobre los sectores más vulnerables. Por ejemplo, para el aumento de los jubilados para la insistencia, para voltear el veto de Milei, nos faltaron cuatro votos.

Nosotros necesitamos que cada argentino que realmente siente que no puede más, que está angustiado y que está cansado, sepa que no está solo, que hay millones que están como él y que la herramienta del voto puede ser muy efectiva para cambiar la situación.

-La jueza neoyorquina Jennifer Rochon consideró que los responsables por la estafa Libra podrían ser Javier Milei, Karina Milei y Hyden Davis pero Karina no se da por aludida. No asistió a las situaciones de la comisión investigadora en la Cámara de Diputados. ¿Qué definición puede tener la comisión investigadora por la estafa cripto?

-Karina Milei tiene que venir. Cuando la citamos a la interpelación y mandó una nota para avisar que no podía, aceptó nuestra citación. O sea, nos dio la razón, con lo cual tiene que venir por la estafa, como todos en este gobierno. No estamos hablando de un funcionario de tercera o segunda línea que cometió un acto de corrupción, sino que estamos hablando del presidente de la Nación, que a través de un tweet promovió una criptomoneda y hasta el día de hoy no pudo responder una simple pregunta: ¿Quién le dio la información que él publico en Twitter? Esa es una pregunta muy simple. ¿De dónde sacó la información? Es notable que no la haya podido responder. La única respuesta que dio es “vi la información y la publiqué”. Pero está demostrado por todos los peritos informáticos, algunos que vinieron a hablar al Congreso, que nadie había publicado esa información en Internet antes que él. Entonces, me parece que es lo que lo incrimina a él, incrimina a su hermana, incrimina el entorno de su hermana y al señor Mauricio Novelli, el señor Terrones Godoy, que son los organizadores de este foro donde él vino y donde estuvo el señor Julián Peh.

-¿Cómo calificás al gobierno de Milei?

Como un gobierno con un nivel de corrupción y estafas que supera cualquier precedente. Todas las denuncias van al corazón, a la intimidad del presidente. Libra, el abogado Diego Spagnuolo, que es la persona que tiene más visitas a la Casa Rosada y la Quinta de Olivos y es la persona a través de la cual se supo lo de las coimas de Karina. Es una persona de la intimidad de Milei y de Espert. El tema narco también lo implica directamente a Milei, no solamente porque Espert era el principal candidato de La Libertad Avanza en estas elecciones, sino también porque comparte abogado o compartía abogado hasta hace cinco minutos y todavía lo sigue defendiendo. Es una situación extremadamente grave y el tema del narco me parece el más grave de todos. Y no es que con Espert se termina el tema porque está financiado por el narco, porque la candidata de Río Negro Villaverde es pareja de Ciccarelli, que es primo o testaferro del narco. En este caso es su primo. Y porque, además, Patricia Bullrich incluso confesó que ella tenía la información y no había hecho nada. Y ahora apareció otro caso, que es un aportante a la campaña de Bullrich, que también estuvo financiada a través una empresa.

-¿Cuánto impacta en el electorado todo esto?

La verdad es que es difícil saberlo. Yo creería que algo tiene que impactar.

-¿Pero qué dice la gente o qué recogen ustedes en las recorridas de campaña?

En la calle hay mucha indignación, se mezclan todos los temas. Mucha gente está enojada, indignada y angustiada, porque se quedó sin laburo o el tipo que tiene una pyme la tiene que cerrar y se mezcla obviamente con esto. creo que lo que hay es una sensación de mucha gente. Me tocó hablar en la calle con votantes de Milei en el 2023 y hay cierta decepción y te diría una sensación de estafa, estafa electoral. Yo me pongo en el lugar de un votante de Milei y digo, al contrario del chiste que hacen las redes sociales, “esto no es lo que voté”.

-Algunas de esas estafas conducen, aparentemente, a los primos Lule y Martín Menem también, más allá de Karina y Milei. ¿Qué va a hacer el peronismo con Martín Menem, que está al frente de la Cámara de Diputados?

-El problema de Martín Menem no es solamente su involucramiento en algunas de estas estafas, por el caso de los vínculos con la droguería Suizo Argentina, el de contratos de empresas con la obra social del Sindicato de Peones Rurales o algunos temas en el PAMI. Además de todo eso, su comportamiento como presidente de la Cámara de Diputados fue extremadamente autoritario y extremadamente deficiente. La discusión se dará este cuando haya que renovar las autoridades pero desde ya que nosotros tenemos una visión muy negativa sobre sobre cuál ha sido su comportamiento y también creemos que tiene que dar explicaciones.

Si se sintetiza el proyecto, si hay un programa, va a ser más fácil la discusión de liderazgo, va a ser más fácil si hay un proyecto, porque si no hay un proyecto… lo único que se discute es poder.

-¿Qué demandas nuevas debería representar Fuerza Patria para no quedarse en la reivindicación de un pasado más o menos luminoso, según el criterio que cada cual tenga?

-Hay un montón de temas que son de la agenda que hay que construir. Esta es una elección legislativa y la gente va a votar como una forma de expresar su rechazo a lo que hay, pero que eso no va a alcanzar para disputar el 2027. Soy partidario de no fingir demencia con lo que fue la tendencia fallida al Frente de Todos, que salió mal. Entre otras cosas, nos salió mal por no tener un programa, por no tener un proyecto claro. Y justamente la consigna era simplemente “vamos a ganarle Macri”. Nosotros no podemos repetir eso con Milei. Dentro de esos puntos de lo que hay que decir para lo que se viene, hay muchísimos. Obviamente el tema de la deuda es uno, o sea, cómo vamos a resolver el problema, que ya no es el mismo problema que en 2019, es un problema agravado. Después, ¿cuál es el modelo de industrialización que necesitamos? Yo creo que la Argentina necesita avanzar en un proceso de digitalización y fortalecimiento de su mercado interno y generación de trabajo, pero la industrialización en el siglo XXI no se puede pensar igual en el siglo XX. Creo que el tema de las nuevas formas de trabajo es un gran tema. Te diría que para mí la vivienda es un tema transversal, que atraviesa todos los sectores sociales, desde los barrios populares, hasta la clase media, y que requiere una política integral que no es solamente crédito hipotecario, sino que es crédito hipotecario junto con planificación de desarrollo urbano, junto con herramientas innovadoras que están cubriendo muchas ciudades del mundo, como por ejemplo de alquiler social a través de inversiones del Estado, construcción del Estado para alquilar. Podría seguir pero creo que tenemos que afinar el lápiz y sintetizar y contarle a la sociedad. No tenemos que repetir esa improvisación que tuvimos en el último gobierno, en donde no había una orientación clara, íbamos discutiendo en el medio y ahí aparecieron las peleas, las internas que tanto daño nos hicieron.

-Es curioso porque la pregunta que seguía era si puede haber una síntesis en un proyecto, aunque no se sintetice el liderazgo.

-Sí, yo creo que sí. Es más, creo que si se sintetiza el proyecto, si hay un programa, va a ser más fácil la discusión de liderazgo, va a ser más fácil si hay un proyecto, porque si no hay un proyecto… lo único que se discute es poder. Y cuando hay un proyecto, discutís, en todo caso, quién puede ser la mejor expresión de ese proyecto.

-¿Al mismo tiempo no es necesario pensar cómo se acumula poder para darle forma a ese proyecto?

-Sí, lo que pasa es que hay que diferenciar cuáles son las disputas que existen dentro de un espacio o las contradicciones que tiene y cuáles remiten a diferencias de naturaleza política e ideológica. Siempre va a haber, en un movimiento amplio, contradicciones internas. Y es normal, ya que es hasta una expresión de vitalidad. Yo pertenezco a un espacio político que fue a las PASO en el 2023. Eso es parte de la discusión interna de una fuerza política. Otra cosa es cuando esa discusión está desprovista de proyecto político o de mirada política-ideológica y es una mera disputa de poder. Eso es lo que hace daño.

-¿Cómo se desactiva el efecto de las políticas de un gobierno como el de Milei, cuando da la sensación que las relaciones de fuerza no siempre dan positivamente a favor de la sociedad?

-Las relaciones de fuerzas son muy cambiantes y las cambia la sociedad cuando participa, cuando se organiza, cuando se moviliza y también con el voto. Un voto puede cambiar todo. Las elecciones de la provincia de Buenos Aires cambiaron la situación de la Argentina. Hasta ese momento parecía que el Gobierno tenía licencia social para lo que hacía. Los analistas políticos creían que, a pesar de que Milei iba contra los jubilados y los discapacitados, la sociedad lo apoyaba igual. Y te mostraban encuestas y decían ‘mirá cómo la imagen de Milei no cae. Vino la elección de la Provincia y se cayó todo ese discurso. Y eso se manifiesta en el Congreso, donde de repente podíamos aprobar leyes, de repente podíamos voltear DNU y de repente podíamos rechazar vetos cuando hasta hace dos meses era imposible. ¿Qué pasó en el medio? Cambió la correlación de fuerzas y también el estado de ánimo de muchas personas que sentían que estábamos derrotados, que podía hacer lo que se le cantaba, que no tenía costo político y por lo tanto ni valía la pena moverse, ir a votar o lo que sea. Y ese estado de ánimo cambió.

-¿Qué pasa si gana Fuerza Patria el domingo?

-La sociedad argentina mayoritariamente va a sentir alivio y va a sonreír el domingo.

-Pero Donald Trump dijo que Estados Unidos no sería generoso si pierde Milei…

-Va a haber una sonrisa dibujada en el pueblo si no solo derrotamos a Milei, sino a lo que el presidente de Estados Unidos nos dice que tenemos que hacer. O sea, si tomamos el 26 de octubre como una reafirmación del orgullo nacional y no aceptamos que el presidente Estados Unidos diga a quién tenemos que votar.

Esta nota fue publicada en el portal LaPolíticaOnline. Leer más

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