Noticias
Marco Rubio apuesta al éxito de la operación contra Maduro para ser candidato en 2028
El despliegue de Estados Unidos en el caribe es cada vez más grande y amenaza con un inminente ataque por tierra que pondría a la región en una situación de caos total. Pero la narrativa explosiva y la idea de una intervención que motorizan los sectores duros de los republicanos y la oposición a Nicolás Maduro se mezcla con la posibilidad de un diálogo entre Donald Trump y Nicolás Maduro que podría poner una pausa a esa ofensiva.
Como sea, la tensión es máxima y quien aparece como el gran articulador de toda esta presión es Marco Rubio, sectario de Estados que fue corrido de las decisiones en otros conflictos como la guerra en Ucrania o la tensión con Brasil por la prisión de Jair Bolsonaro para dejarlo solo en el tema Venezuela.
Rubio ganó una interna en ese sentido porque logró el desplazamiento de Richard Grenell, enviado especial de la Casa Blanca, muy cercano a Chevron que había tendido puentes con Maduro pero quedó fuera de la escena.
En ese contexto, el sito estadounidense Político dijo que la campaña de presión de Rubio está motivada en su pretensión de ser candidato a presidente en 2028.
El príncipe saudí estrecha lazos con Trump y busca alejarlo de un conflicto armado en Venezuela
“Si la estrategia fracasa, podría arruinar las perspectivas presidenciales de Rubio, perjudicando su imagen ante votantes clave, especialmente en su estado natal, Florida. Rubio, quien también se desempeña como asesor interino de seguridad nacional, es uno de los principales artífices de la estrategia del gobierno para Venezuela, que incluye un masivo despliegue militar estadounidense en el Caribe y letales ataques aéreos contra barcos presuntamente transportando drogas”, detalla el prestigioso medio norteamericano.
En ese sentido afirma que “el objetivo declarado de la campaña es combatir a los cárteles de la droga, pero funcionarios estadounidenses y personas cercanas al gobierno afirman que Rubio y sus asesores esperan que la campaña conduzca a la caída de Maduro”.
“La disposición del presidente Donald Trump a ejercer tanta presión sobre Maduro es, en cierto modo, ideal para Rubio y otros floridanos de línea dura que desde hace tiempo han detestado a los autócratas de izquierda latinoamericanos. Pero para Rubio, a quien Trump ha nombrado como posible sucesor en 2028 junto al vicepresidente J.D. Vance, la operación conlleva riesgos políticos especiales. Si no logra derrocar a Maduro, Rubio podría perder el apoyo de los exiliados latinoamericanos, especialmente en Florida”, sostiene.
La estrategia de hacer cae a Maduro es compleja y pone en tensión a la base republicana porque los seguidores al MAGA, la línea dura y original del trumpismo como Steve Bannon o Tucker Carlson no comparten la idea de una intervención militar porque podría replicar las experiencias de Irak y Afganistán.
LPO adelantó en exclusivo que el príncipe saudí, Mohammed Bin Salman, estrecha lazos con Trump y busca alejarlo de un conflicto armado en Venezuela evitar un conflicto directo y forzar una transición dentro del régimen.
La jugada de Rubio genera nerviosismo porque una salida de Maduro no garantiza que las Fuerzas Armadas Bolivarianas sean leales a la oposición y la necesidad de dejar militares estadounidenses en el territorio alargaría el conflicto.
Matthew Bartlett, estratega republicano que trabajó en el Departamento de Estado durante el primer gobierno de Trump, afirmó a Político que “en la base del MAGA no hay apetito ni voluntad política para un cambio de régimen en Venezuela”. “Si bien ese grupo de votantes podría estar dispuesto a aceptar acciones militares con un propósito específico, desconfía de intervenciones estadounidenses más imprecisas”, agrega.
Barlett destacó que “como vimos con los ataques a Irán, la guerra está en el ADN del Partido Republicano. La gente se convenció. Pero aún existe una gran reticencia a una mayor implicación con motivos poco claros”.
El New York Times dice que Maduro ofreció su salida pero Trump lo rechazó
La no reelección de Trump acelera los tiempos de sus sucesores pero Rubio dejó en claro que no será candidato si JD Vance decide presentarse con la bendición de Trump. Por eso, en Washington se habla de una posible formula con el Secretario de Estado como vicepresidente.
De todas formas, no se descarta que sea candidato a gobernador de Florida donde los votos de los migrantes venezolanos y cubanos son claves.
Como sea, se viven horas decisivas en lo que puede ser un ataque de Estados Unidos a Venezuela y el futuro de Marco Rubio parece depender del éxito o fracaso de esa arriesgada operación.
Esta nota fue publicada en el portal LaPolíticaOnline. Leer más