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Los senadores rechazaron el pliego de Villaverde y definirán en el recinto si asume

Juan Carlos Romero y Guadalupe Tagliaferri le dieron el golpe final al pliego de Lorena Villaverde con su firma para el rechazo a su asunción como senadora, plegándose a los senadores peronistas y al radical Pablo Blanco. Con 12 legisladores sobre un total de 19 que integran la comisión de Asuntos Constitucionales, la rionegrina se quedó sin dictamen de mayoría a favor de su ingreso a la Cámara Alta, por sus vínculos con Fred Machado, el presunto narco extraditado a Estados Unidos.

La impugnación contra la senadora electa terminó concretándose este miércoles, sin que el gobierno hiciera demasiado por salvarla. De hecho, LPO había revelado que un senador oficialista le había pedido precisiones a Villaverde en una de las reuniones de bloque que presidió Patricia Bullrich y las explicaciones de la actual diputada no despejaron los fantasmas: nadie le creyó y no había muchos libertarios dispuestos a poner la cara ante las críticas opositoras.

En efecto, el salteño Romero, que culminará su mandato en diciembre pero fue un aliado fundamental de la Casa Rosada, hizo llegar al entorno de Javier Milei que su postura era innegociable en temas de narcotráfico. En Balcarce 50, ni siquiera trataron de convencerlo o pedirle un último favor.

Tampoco escucharon el concejo que Romero desinteresadamente ofreció a sus interlocutores: que la reunión de comisión se desarrolle de forma secreta para evitarle el papelón tanto a Villaverde como a La Libertad Avanza. La indolencia libertaria fue mayor.

La oposición está a un voto de rechazar el ingreso de la libertaria Villaverde al Senado

El único reflejo del gobierno provino de Bullrich, que llevó personalmente hasta la mesa de entradas del Senado, media hora antes del arranque de la comisión, una impugnación contra Jorge Capitanich por romper una tapa del diario Clarín en una conferencia de prensa en 2013, cuando se desempeñaba como Jefe de Gabinete, y otra contra Martín Soria, el rival de Villaverde en Río Negro. Luis Juez y Juan Carlos Pagotto hicieron todo lo posible para que la presidenta de la comisión, Alejandra Vigo, pusiera en tratamiento las dos carpetas que ingresó la ministra de Seguridad, algo que fue considerado irregular por los peronistas pero también por los técnicos de Secretaría Parlamentaria.

Sin embargo, el cordobés y el riojano lograron demorar el debate y las impugnaciones de Bullrich llegaron hasta el salón Illia, donde se discutían los pliegos. Cuando Vigo hizo abrir los expedientes, el personal parlamentario avisó que los proyectos colados de prepo no tenían “copete” ni “número de expediente”. “Los mandás a espiar y tocan el timbre”, dijo un senador aliado a LPO sobre la impericia que suscitó una risa contenida entre los legisladores.

Blanco, Vischi, Romero, Espínola y Juez.

José Mayans fue el primero en fundamentar el rechazo a Villaverde, a quien acusó de haber “comprado una banca”. “No podemos permitir que esa persona que tiene relación directa con el narcotráfico esté acá sentada”, acotó.

Su colega riojana, Florencia López, se refirió a la detención de la rionegrina en Estados Unidso en 2002 y mostró el identikit, una pieza que luego agitaría la mendocina Anabel Fernández Sagasti también, durante su discurso. “Forman parte de una banda que viene a contaminar este cuerpo, La Libertad Avanza quiere tener un narcogobierno”, dijo.

Romero no solo apuntó contra la senadora electa por sus “vínculos con esa gente rara que anda con las drogas”, sino que aludió también a las “acusaciones de fraude en el sistema inmobiliario y la relación de amistad con gente que trabajó con Machado”.

No podemos tener gente con esa red de contactos. Recordemos que, en Colombia, Pablo Escobar llegó a diputado y no lo dejaron ingresar. Es una cuestión de preservación del sistema.

Además, reflexionó sobre la “idoneidad” que debe tener un legislador y despegó a Soria y Capitanich del emparejamiento moral con la libertaria. Del ex ministro de Justicia dijo que es “un vehemente luchador” y sobre el chaqueño señaló que su relación con el clan Sena y el crimen de Cecilia Stryzovwki se trata de “errores políticos que la gente castigó en la última elección”.

En cambio, fue fulminante con la rionegrina. “En el caso de Villaverde es distinto: no podemos tener gente con esa red de contactos. Recordemos que, en Colombia, Pablo Escobar llegó a diputado y no lo dejaron ingresar. Es una cuestión de preservación del sistema”, explicó.

Fernández Sagasti con el identikit de Villaverde.

Durante más de tres horas de debate, ningún senador asumió la defensa de la senadora impugnada, a excepción de Pagotto, que se animó a minimizar los viajes de legisladores en aviones de narcos “porque lo hacen todos”. El otro férreo custodio del derecho de Villaverde a incorporarse a la Cámara fue Juez, que advirtió que los argumentos no podían ser los que se desprenden de los portales de noticias y que la Justicia Federal desestimó en diciembre de 2018 las causas contra la legisladora.

Tagliaferri, por su parte, terminó definiendo su rechazo frente al espanto de la defensa enfática e incongruente del cordobés, que esbozó un planteo jurídico para apoyar a Villaverde pero lo omitió olímpicamente para forzar el tratamiento de las impugnaciones de Bullrich contra las dos peronistas. Vigo también rubricó el despacho, después de haberse manejado con hermetismo en la previa.

Bullrich llevó personalmente hasta la mesa de entradas del Senado, media hora antes del arranque de la comisión, una impugnación contra Jorge Capitanich por romper una tapa del diario Clarín en una conferencia de prensa en 2013 y otra contra Martín Soria, el rival de Villaverde.

Por eso, terminaron firmándose dos dictámenes. Uno con la aprobación de la asunción de 23 senadores y otro con el rechazo de 12 sobre 19 contra Villaverde. Pagotto, Juez y un puñado de radicales, por su parte, promoverían otro de minoría en respaldo a la rionegrina y uno de rechazo a Capitanich y Soria, algo que tal vez no coseche firmas suficientes por más que tengan una semana de plazo para recogerlas.

La suerte de la diputada libertaria se definiría, entonces, en la sesión preparatoria del próximo 28 de noviembre, cuando se produzca la jura de los ingresantes. El dictamen de mayoría es un rechazo de plano a su asunción, mientras que hay otro de minoría que da su conformidad para que se siente a una banca.

Al cierre de esta nota era una incógnita si el criterio del oficialismo aplazará a la candidata de Karina Milei en Río Negro o buscará los votos con la nueva conformación. “Hasta ahora, parece que preferirían no tener que lidiar con el desgaste de tener a una legisladora acusada de narco en el Senado”, resumió una fuente parlamentaria de contacto permanente con Casa Rosada. 

Esta nota fue publicada en el portal LaPolíticaOnline. Leer más

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